Maryvonne, la cocinera, ofrece una cocina sencilla y eficaz. Los platos son sabrosos. Su marido le acoge en un ambiente familiar donde la sonrisa y el buen humor están siempre presentes. Este restaurante, a dos pasos de las termas y del Casino, propone una carta de temporada con una sutil mezcla de sabores, todo ello en un ambiente cálido.